dicen que he de elegir una canción que tú reconozcas
tras nacer.
Si ya me estoy volviendo una madre con instintos
una partitura que habita lagos y bosques
huidiza de miradas ajenas
una pequeña madre verdosa y de pelo rojo
que sólo aparece de noche por la chimenea
que se cuelga de los aleros
que humea en los hierbajos del campo,
si mi corazón sabe huir de los perros
contigo escondido entre sus pliegues
creo que todavía no necesitas reconocer nada.
En "Sombras, incendios y desvanes.
Diecisiete poetas rumanas (1961-1980)"
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