Jamás estamos nunca donde a veces estamos hace mucho tiempo la noche antepasada casi, de pronto siendo tarde, tristeceaba y hacía lluvia; salió una gárgola desnuda a preguntarme cosas inauditas y a decirme al paso que era el tiempo, de sembrar y mullir antes primero el corazón donde poner el grano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario