doy unos pasitos pequeñitos
casi totalmente
imperceptibles
para tal vez así poder
mantener el equilibrio
Cuando los segundos
se van amontonando
y luego se precipitan de golpe sobre mí
todos a la vez
soy muy dura para con ellos
tengo que serlo
Uno por uno, uno por uno
les voy dando permiso para pasarme
y las horas interminables
hasta el amanecer
Cuando las páginas y los párrafos
y las frases
me parecen impenetrables
cojo las palabras
una tras otra
y las levanto hacia la lámpara
y las tengo así un buen rato
hasta que se vuelven
transparentes
Luego junto
los pequeñísimos restos
de mi coraje
y susurro silenciosa
pero sólo a aquellos
que tienen el oído pegado al suelo
y que van avanzando a rastras
como yo
De "La historia de amor del siglo"
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