El mundo es esto que miro:
la mesa que reúne sobre ella
cosas banales como el mantel y los vasos,
el lomo lechoso de los cerro al amanecer,
una silla que recibe la luz oblicua de la tarde,
la alcachofa que yace deshojada en un plato.
La vida es esto que muere:
una mano alzándose que ya es polvo y raíces,
la palabra que se venga del desamor y la derrota,
el olor de un jabón frotado a los 10 años,
esta tierra herida que contiene huesos y náufragos.
El cielo y su infierno, odio y amor,
la dicha y la desdicha, el color de la luz,
son el desencuentro de todas esas cosas
que dicta mi oscuro e incierto corazón.
De "Hola, soledad"
En "Poesía completa"
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