21.1.20

Vivian Gornick. Mirarse de frente

Lo que significa para mí el feminismo

El Village Voice me encargó que fuera a investigar a "esas de la liberación de la mujer". Era noviembre de 1970. "De qué hablas?", le pregunté al redactor jefe. Al cabo de una semana ya era feminista conversa.
En los primeros tres días conocí a Ti-Grace Atkinson, Kate Millet y Shulamith Firestone; en los tres siguientes, a Phyllis Chester, Ellen Willis y Alix Kates Shulman. Hablaban todas a la vez, y me empape de hasta la última palabra que salió de sus bocas. O más bien debió de ser que las escuché a todas diciendo lo mismo, porque volví de esa semana con un único pensamiento grabado a fuego en la cabeza. Era el siguiente: la idea de que los hombres, por naturaleza, se toman en serio sus cerebros, mientras que las mujeres, por naturaleza, no, es una creencia, no una realidad; esta idea está al servicio de la cultura imperante; y nuestras vidas parten de esa base. Bastante sencillo, la verdad. Y seguramente ya lo habría dicho alguien. Cómo era posible que yo no pareciera haberlo oído hasta entonces? Y por qué ahora sí lo había escuchado?
Tanto en política como en el amor, sigue siendo uno de los grandes misterios de la vida: la disposición, ese momento en que los elementos se al[in]ean en la medida justa para materializarse en un cambio interior.


Principio de "Mirarse de frente"
    

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