17.1.25

Nora Casamian. Ikaria

No hay que tener dudas de la misión que todos tenemos en este mundo: ser felices y que esa felicidad jamás dependa de nada ni nadie que no seamos nosotros mismos.
Nora Casamian


Al principio de "Ikaria"


16.1.25

Naja Marie Aidt cita a Inger Christensen

En El valle de las mariposas, Inger Christensen escribe:

Quién está hechizando este concierto
con paz mental y mentiras piadosas
y estivales visiones de los muertos?

Mi oído responde ciegamente:
es la muerte mirando fijamente
desde las alas de las mariposas.


De "Si la muerte te quita algo, devuélvelo"
    

15.1.25

Tess Gallagher. Mi madre recuerda que fue hermosa

Para Georgia Morris Bond

La nieve que cae la ha vuelto pensativa 
y joven en la intimidad
de nuestra mesa, con su vela cubierta
y sus gruesos platos blancos. Las caras serias
de las luces respiran sobre las tablas de pino
detrás de ella. Está visitando 
a su hija, que nunca está cerca
ni lo bastante lejos para ir a verla.
   
Se deja el abrigo puesto; en su olvido,
retrocede a la infancia,
y no sabe si me he marchado o aún 
no he sucedido. Se ve a sí misma
entre la gente de la ciudad, miradas campesinas
lentas como las llanuras y el cielo,
mientras pasa o espera
con un hermano en el cálido olor animal
del puesto de subasta: sol,
sombreros de paja, una cola de perro
le roza la pierna desnuda.
   
"Hay cosas que sabes.
No tuve que pedir -me dijo- nada."
   
La hermosa me habla
desde la cara cambiada, orgullosa, y veo
lo poco que le he dicho
sobre eso en lo que se ha convertido. Los años
nunca fueron el problema, ni el cabello blanco
que trencé al lado del mar
un día de verano. La que
debió de ser
se me pierde a través de alguna falla
en mi propio reflejo, y tendremos que seguir
como creemos que somos, caminando en nombre de nadie,
desde el restaurante vacío hasta el color único
de la nieve -ante nosotras, las casas apretadas,
las luces valientes y perplejas de las casas-.


De "Under stars"
En "Amplitud"
   

14.1.25

Polly Morland. Una mujer afortunada. Historia de una médica rural

Encontré un libro que nadie había abierto en casi cincuenta años. Hacía media vida que se había caído detrás de la biblioteca de mis padres, pero jamás llegó a tocar el suelo, sino que, enganchado en un puntal metálico, colgaba en el aire, suspendido. Una edición antigua, en rústica, de Un hombre afortunado, de John Berger, publicado por Penguin, todavía con el precio: cuarenta y cinco peniques de los nuevos o nueve chelines.
Corría el verano de 2020 y estaba vaciando la casa de mis padres. Mi padre había muerto mucho tiempo atrás, y mi madre, entonces con más de ochenta años, padecía de alzhéimer. 


Principio de "Una mujer afortunada. Historia de una médica rural"
     

13.1.25

Josefina Romo Arregui. El pájaro ciego

Calladamente a ti, calladamente
-ojos en dulce bruma acongojada-
te diría mi voz apasionada:
«Dame el pájaro ciego de tu frente».
   
Yo le oigo aletear con la doliente 
angustia de su noche desolada,
con la impotencia de su voz quebrada
en el trino más suave y más caliente.
   
Dame el pájaro ciego de tu llanto
y la impotente fuerza de su canto,
yo abrigaré su noche con mi aliento
   
y arrancando a sus alas las espinas
con mis penas, hermanas golondrinas,
al alba volará sin desaliento.


De "Cántico de María Sola"
    

12.1.25

Nathalie Léger cita a Agatha Christie

Una tarde, en el cajón de la mesilla de noche de un hotel de Pont-Audemer, encontré un libro olvidado que leí de un tirón. Era La señora McGinty ha muerto de Agatha Christie: "Por qué conservamos las fotografías? No es por vanidad, ni por sentimentalismo, ni por amor: tal vez sea por odio... Qué dice usted?".


De "La exposición"
    

11.1.25

María Mercedes Carranza. Tarjeta de visita

El mundo es esto que miro:
   
la mesa que reúne sobre ella
cosas banales como el mantel y los vasos,
el lomo lechoso de los cerro al amanecer,
una silla que recibe la luz oblicua de la tarde,
la alcachofa que yace deshojada en un plato.
   
La vida es esto que muere:
   
una mano alzándose que ya es polvo y raíces,
la palabra que se venga del desamor y la derrota,
el olor de un jabón frotado a los 10 años,
esta tierra herida que contiene huesos y náufragos.
   
El cielo y su infierno, odio y amor,
la dicha y la desdicha, el color de la luz,
son el desencuentro de todas esas cosas
que dicta mi oscuro e incierto corazón.


De "Hola, soledad"
En "Poesía completa"
    

10.1.25

Angela Carter. Niñas sabias

P. En qué se parecen Londres y Budapest?
R. En que son dos ciudades divididas por un río.

Buenos días! Permitid que me presente. Me llamo Dora Chance. Bienvenidos al lado malo de la ciudad. 
Dicho de otra manera: si sois estadounidenses, pensad en Manhattan. Y ahora en Brooklyn. Se entiende a lo que me refiero? Para los parisinos equivaldría a la diferencia entre rive gauche y rive droite. Para Londres, la división es norte y sur. Nora y yo, Nora es mi hermana, siempre hemos vivido en el lado izquierdo, el lado que rara vez visita el turista, la margen chunga del viejo padre Támesis. 


Principio de "Niñas sabias"
    

9.1.25

Annie Ernaux sobre la lectura de El segundo sexo de Simone de Beauvoir

Y me tropecé con Beauvoir, bueno, no literalmente, porque nunca nos encontramos ni hablé con ella en persona -intercambiamos solamente un par de cartas, tras la publicación de mis primeros libros-, sino con El segundo sexo, a mis dieciocho años. Recuerdo aquella experiencia de lectura, durante un mes de abril lluvioso, como una revelación. Todo lo que había vivido los años precedentes, el malestar, se aclaraba de repente. De aquello me viene, creo yo, la certeza de que la toma de conciencia, aunque no resuelva nada por sí misma, es el primer paso hacia la liberación, hacia la acción.


De "La escritura como un cuchillo"
     

8.1.25

Layla Martínez. Carcoma

Cuando crucé el umbral, la casa se abalanzó sobre mí. Siempre pasa lo mismo con este montón de ladrillos y mugre, se lanza sobre cualquiera que atraviese la puerta y le retuerce las tripas hasta dejarle sin respiración. Mi madre decía que esta casa hace que se te caigan los dientes y se te sequen las entrañas, pero mi madre se fue de aquí hace mucho y yo no me acuerdo de ella. Sé que decía eso porque me lo ha contado mi abuela, aunque no hubiese hecho falta porque yo ya lo sé. Aquí se te caen los dientes y el pelo y las carnes y a la que te descuidas te andas arrastrando de un lado para otro o te echas en la cama y no te levantas más.


Principio de "Carcoma"