no hay antes ni después,
no hay más que un momento
que ninguna alegría infinita puede dispersar
que ningún pensamiento de pasada felicidad
puede tentar ni disipar;
ahora conozco lo mejor y lo peor;
las estaciones giran en torno
a una pausa en el ritmo infinito
del corazón y del cielo.
De "Helena en Egipto"
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