17.1.19

Louise Glück. El poder de Circe

Jamás convertí a nadie en cerdo.
Algunas personas son cerdos, yo les di
aspecto de cerdo.

Estoy harta de ese mundo vuestro
que permite al exterior disfrazar el interior.

Tus hombres no eran malos hombres:
una vida indisciplinada
les hizo ser así. Como cerdos,

bajo la atención de
mis cuidados y los de mis chicas, se
ablandaron enseguida.

Entonces revertí el hechizo,
mostrándote mi bondad
además de mi poder. Entendí

que podíamos ser felices aquí,
como lo son hombres y mujeres
si sus necesidades son sencillas. Al mismo tiempo,

adiviné tu partida,
tus hombres desafiando con mi ayuda
los embates del acuciante mar. Crees
que unas pocas lágrimas van a molestarme? Amigo mío,
toda hechicera es
pragmática por naturaleza; nadie
percibe lo esencial si no es capaz
de afrontar los límites. Si tan sólo quisiera retenerte

podría haberte hecho prisionero.


De "Praderas"
    

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