Algunas personas son cerdos, yo les di
aspecto de cerdo.
Estoy harta de ese mundo vuestro
que permite al exterior disfrazar el interior.
Tus hombres no eran malos hombres:
una vida indisciplinada
les hizo ser así. Como cerdos,
bajo la atención de
mis cuidados y los de mis chicas, se
ablandaron enseguida.
Entonces revertí el hechizo,
mostrándote mi bondad
además de mi poder. Entendí
que podíamos ser felices aquí,
como lo son hombres y mujeres
si sus necesidades son sencillas. Al mismo tiempo,
adiviné tu partida,
tus hombres desafiando con mi ayuda
los embates del acuciante mar. Crees
que unas pocas lágrimas van a molestarme? Amigo mío,
toda hechicera es
pragmática por naturaleza; nadie
percibe lo esencial si no es capaz
de afrontar los límites. Si tan sólo quisiera retenerte
podría haberte hecho prisionero.
De "Praderas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario