"Basta de lágrimas." En el silencio que separa un sollozo de otro, esta voz es como una chiquilla que ha subido corriendo y quiere descargarse rápido de un mensaje que la oprime. No levanto la cabeza. "Basta de lágrimas"; la rapidez del esdrújulo rebota ahora como un graznido, mensaje, en el ardor estival, de altos y fríos cielos. No levanto la cabeza, nadie está a mi lado.
Pocas cosas existen para mí en este amanecer cansado y blanco de un día de agosto en el que me siento en el suelo, sobre la gravilla de un sendero de Boboli, en camisón, como en los sueños. Desde el estómago hasta la cabeza me retuerzo en lágrimas.
Principio de "Artemisia"
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