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21.4.19

Charlotte Brontë. La mayoría de las personas...

La mayoría de las personas pasan por un período o períodos en la vida en los que se sienten abandonados, en los que, tras haber mantenido viva la esperanza contra toda posibilidad, viendo aplazado el día de su cumplimientos a pesar de todo, acaban con el corazón realmente enfermo.


De "Shirley"
 

21.4.13

Charlotte Brontë. Hombres y mujeres no luchan jamás tanto...

Hombres y mujeres no luchan jamás tanto como cuando luchan solos, sin testigos, consejeros o confidentes; sin nadie que los aliente, los ayude o los compadezca.

De "Shirley"

29.4.12

Charlotte Brontë. La incertidumbre

   "La incertidumbre es fastidiosa, la decepción amarga. Todo el mundo lo ha sentido en uno u otro modo."

De "Shirley"

6.4.12

Charlotte Brontë. Mil veces...

   "Mil veces he anhelado poseer esa mano, sostenerla. La he poseído; durante cinco minutos ha sido mía. Sus dedos y los míos no volverán a ser desconocidos. Después de haberse encontrado una vez habrán de volver a encontrarse."

De "Shirley"

19.2.12

Charlotte Brontë. Si los hombres pudieran vernos como realmente somos...

- Si los hombres pudieran vernos como realmente somos, se asombrarían; pero los hombres más inteligentes y agudos se engañan a menudo con respecto a las mujeres: no saben verlas a su autentica luz, no las entienden, ni para bien ni para mal. La mujer que consideran buena es una cosa extraña, medio ángel, medio muñeca; la mujer que creen mala es casi siempre un demonio. ¡Tener que oír, además, cómo se extasían con las creaciones de otros, adorando a la heroína de tal poema, novela u obra teatral, tachándola de hermosa, de divina! Hermosa y divina puede que lo sea, pero casi siempre es totalmente artificial, falsa como la rosa de mi mejor sombrero, que tengo aquí. Si dijera lo que pienso sobre este asunto; si diera mi verdader opinión sobre algunos de los principles personajes femeninos de obras de primera categoría, ¿dónde estaría? Muert bajo un montón de piedras vengadoras en media hora.

De "Shirley"

1.2.12

Charlotte Brontë. Sobre pedir explicaciones

   "El hombre que ama y se ve así despreciado puede hablar para pedir explicaciones; la mujer que ama nada puede decir. Si lo hiciera, el resultado sería vergüenza y angustia, y remordimiento por haberse delatado. La naturaleza estigmatizaría semejante manifestaciín como rebelión contra el instinto femenino, y se vengaría después en secreto, golpeando a la mujer súbitamente con el rayo del desprecio por sí misma. Toma las cosas tal como son; no hagas peguntas; no protestes: es lo más prudente. Esperabas pan y recibes una piedra; rómpete los dientes con ella y no chilles porque te martirice los nervios: no dudes de que tu estómago mental -si es que tienes tal cosa- es fuerte como el de un avestruz; la piedra será digerida. Extiendes la mano para recibir un huevo y el destino pone en ella un escorpión. No te muestres consternada, cierra los dedos fuertemente sobre el regalo, deja que te pique en la palma. No te preocupes, con el tiempo, después de que se te hayan hinchado la mano y el brazo, y hayan temblado mucho tiempo bajo la tortura, el escorpión estrujado morirá y tú habrás aprendido la gran lección de como resistir sin un sollozo. Pues el resto de tu vida, si sobrevives a la prueba -se dice que algunas mueren en el intento-, serás más fuerte, más sabia, menos sensible. Quizá no seas consciente de ello en su momento, y, en consecuencia, esa esperanza no te infunde valor. La naturaleza, sin embargo, como se ha dado a entender, es una amiga excelente en tales casos: sella los labios, prohíbe las palabras, impone un plácido disimulo, disimulo que a menudo conlleva un semblante tranquilo y alegra al principio, pero con el tiempo se convierte en palidez y pesadumbre, y luego, cuando éstas desaparecen, en un práctico estoicismo que, no por agridulce, resulta menos reconstituyente."

De "Shirley"