ella no quiere ser nadie
salvo ella misma,
aunque a veces
se desea
muerta.
Quién puede decirle cómo vivir?
La señorita Corazón solitario
con su montón de cartas rojas?
El Doctor X,
con su diván en forma
de féretro?
El Señor Sexo,
gallito del lugar,
de ojos transpasantes,
con sus cumbias y sus tangos,
sus mangos y sus amargos caquis,
sus globos de helio
estallando en ramilletes
y sus condones
que brillan en la oscuridad?
No.
Ella les da la espalda.
Errores: los cometerá
por sí misma.
El amor: elegirá mal,
como todas.
La muerte vendrá
cuando deba venir.
Y la vida: ni razonada ni sencilla,
pero al menos
suya.
De "Raíz de amor"
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