19.5.12

Christina Rossetti. Las hermanas Charlmont

   "Tres damas se sentaban a la mesa del desayuno, tres solteras, sin duda hermanas, dado el acusado aire de familia, pero con diferencias individuales, también acusadas. La mayor, Catherine, la señorita Charlmont, con treinta y tres años cumplidos, había tomado por costumbre aparecer en toda ocasión cubierta por algún tipo de cofia. Adoptó el hábito a los treinta años, al mismo tiempo que dejó de bailar y empezó a llevar encajes en el cuello y en los brazos en los trajes de noche. Tenía unos modales formales y amables, con más aromas provinciano que capitalino, pero propio de ciudades de provincia y no de antiguas casas solariegas rurales. Sin embargo, era una dama bien educada en todo lo imprescindible, alta y hermosa, un bello miembro de una bella familia. Presidía la mesa a la hora del té y del café y, a pesar de las costumbres modernas, conservaba la bandeja de té.
   Frente a ella estaba sentada Lucy, de rasgos y cutis menos llamativos, pero con apariencia más sensible. Bastante bonita y de expresión muy dulce, todavía no había cumplido los treinta años y, en algunos aspectos, Catherine seguía tratándola como a una jovencita. Se ocupaba del pan y del jamón y, al igual que su hermana mayor, nunca se permitía abrir el correo hasta que todos los comensales estaban servidos.
    La tercera, Jane, sin responsabilidades con la comida y la bebida, abría las cartas o pasaba las páginas del periódico a voluntad. Era varios años más joven y estaba cerca de ser muy hermosa. Tenía un perfil casi griego, los ojos grandes y un cabello claro que crecía en abundantes ondas. A primera vista, dejaba completamente en la sombra a Catherine y a Lucy; después, a pesar de que le llevaban varios años, algunas veces los demás las preferían, pues el rostro de Jane era el único de los tres que podría considerarse insulso."

De "Lugares comunes"

No hay comentarios: