12.6.12

Emilia Pardo Bazán. Insolación

   "La primera señal por donde Asís Taboada se hizo cargo de que había salido de los limbos del sueño, fue un dolor como si la barrenasen las sienes de parte a parte con un barreno finísimo; luego le pareció que las raíces del pelo se convertían en millares de puntas de aguja y se le clavaban en el cráneo. También notó que la boca estaba pegajosita, amarga y seca; la lengua, hecha un pedazo de esparto; las mejillas ardían; latían desaforadamente las arterias; y el cuerpo declaraba a gritos que, si era ya hora muy razonable de saltar de cama, no estaba él para valentías tales."

Principio de "Insolación"

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