30.9.12

Willa Cather. La anciana señora Harris

La señora Rosen pensaba que aquella anciana era siempre majestuosa, aunque uno no sabría decir por qué. Tal vez fuera el modo tan sencillo, resignado y desvalido de sostener la cabeza o la gravedad de sus grandes y hundidos ojos pardos, de un cálido marrón rojizo, aunque su mirada, siempre directa, no parecía que pidiese ni esperase nada. No eran ojos fríos, sino inescrutables, sin el brillo encendido de oa comunicación.

de "La anciana señora Harris"
uno de los cuentos de "Oscuros destinos"
de "Los libros de cuentos"

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