-Bueno, sobre todo porque no deseo ningún marido. Los hombres están bien como amigos, pero en cuanto te casas con uno de ellos se convierte en un padre viejo y gruñón, incluso el más atolondrado. Empiezan por decirte lo que es sensato y lo que es estúpido, y quieren tenerte todo el tiempo metida en casa. Prefiero ser estúpida cuando me apetece y no tener que rendir cuentas a nadie.
De "Mi Ántonia"
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