Como tenía mucha fantasía, los protagonistas de las novelas se convirtieron para mí en seres vivos: odiaba al príncipe Valkovski, detestaba a Aliosha por su falta de voluntad compadecía al viejo Ichménev, sufría sinceramente con la desgraciada Nelly y no quería a Natasha... Ves, recuerdo hasta los nombres de los protagonistas.
De "Dostoievski, mi marido"
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