En verano, caminábamos o cogíamos el tranvía hasta Clauson Point o Pelham Bay. Iba sola, me sentaba en las rocas hasta que subía la marea, y escribía poesía o leía: George Eliot, Dickens, Tackeray, Víctor Hugo, Balzac, Dumas, Zola, Maupassant, Thomas Hardy y por supuesto, los rusos Chejov, Turguéniev, Tolstoi y Dostoyevski.
De "La escandalosa señorita Pilgrim"
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