En lo más alto de una casa nueva, me abrieron paso a un taller espacioso como un mercado, provisto de una amplia galería a media altura, tapizado con esos bordados chinos que China fabrica para Occidente, con grandes dibujos un tanto chapuceros y bastante hermosos. Lo demás se reducía a un piano de cola, escuetas colchonetas japonesas, un fonógrafo y tiestos de azaleas.
Principio de "Lo puro y lo impuro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario