23.7.14

Esther Tusquets. Varada tras el último naufragio

Apoya la cabeza de lado sobre la toalla, y el sol le llega tamizado a través de su cabello oscuro, como filtrado por los tallos sombríos de una selva en miniatura, la tupida enramada de una jungla minúscula, tan oscuros ahora -un castaño denso, con mechones canos- los tallos y el ramaje, en los que pone el sol leves motitas de oro, y antes fueron sus cabellos de un caoba cálido con reflejos de miel, y antes de un rubio evanescente, líquido, y antes aún, todavía en el túnel del tiempo, de un amarillo que se ponía en verano con el sol casi albino, tan claro que era inevitable el comentario de quienes la veían por primera vez -a quién habrá salido esta niña?, parece alemana, inglesa o sueca-, porque ya entonces no parecía de ninguna parte


Principio de "Varada tras el último naufragio"

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