17.3.15

Nancy Mitford. No se lo digas a Alfred

El día que iba a cambiar mi vida, fui a Londres en el tren de las 9.35. Tenía planeado hacer algunas compras. Me habían dicho que había batas chinas de rebajas: eran perfectas para cenar en casa porque lo tapaban todo. También pensaba ir a visitar a Basil, mi pequeño, que era una preocupación constante para mí. Tía Saddie me había suplicado que pasase a ver a tío Mathew, además hacía tiempo que quería comentar algo con él. Había quedado para almorzar con uno y tomar el té con el otro.



Principio de "No se lo digas a Alfred"

No hay comentarios: