24.4.16

Julia Conejo Alonso. Celia en la revolución

La manta no es bastante.
El viento sopla fuerte por la noche
en la sierra de Gredos
aunque estemos en julio.

Celia le oye contar a un aldeano
que han fusilado al abuelo esta mañana
y Valeriana llora.

Celia cierra los ojos.
Y sueña con tranvías de madera
que atraviesan el centro de París.

Sueña con una bola de cristal
que tiene un pueblo dentro.
Se imagina metida en esa bola
mientras le nieva encima corcho blanco.

Se acuerda del burrito
que a trompicones metió en el ascensor
y que alojó en el cuarto de invitados.

Cuando abre al fin los ojos
todavía es de noche.
Ve a su hermana pequeña
con las piernas temblándole de frío.

El aldeano ni está.
Valeriana trajina y mete prisa
para que emprendan otra vez el camino.
Hay que llegar a Madrid lo antes posible
sin que las vea nadie.

Han fusilado al abuelo esta mañana.
Pero todas caminan en silencio.

Un silencio distinto a cualquier otro
que hubieran escuchado
antes de aquella noche.




De "El bolso de Mary Poppins"

No hay comentarios: