24.7.16

Zelda Fitzgerald. Final

Se sentaron en la agradable penumbra del anochecer, mirándose el uno al otro a través de los restos de la fiesta, las copas de plata, la bandeja de plata, los restos de muchos perfumes. Se sentaron juntos mirando el atardecer fluyendo por el apacible salón como la fría corriente cristalina de un río de truchas.


De "Resérvame el vals"
     

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