9.1.18

Simone de Beauvoir. De pronto, la Historia se precipitó sobre mí...

De pronto, la Historia se precipitó sobre mí, estallé: me encontré hecha añicos en los cuatro puntos cardinales, ligada por todas mis fibras a cada uno y a todos. Ideas, valores, todo fue atropellado; la felicidad misma perdió su importancia. En setiembre de 1939 anoté: "Para mí, la felicidad era ante todo una manera privilegiada de apoderarme del mundo; si el mundo cambia hasta el punto de no poder ser aprehendido de esta manera. la felicidad ya no tiene tanto precio." Y de nuevo en enero de 1941 escribía: "Cómo me parece limitada mi antigua idea de la felicidad! Ha dominado diez años de mi vida, pero creo que ya he salido casi totalmente de ella." En verdad, nunca escapé de ella del todo. Más bien dejé de concebir mi vida como una empresa autónoma y cerrada sobre sí misma; tuve que descubrir de nuevo mis relaciones con un universo cuyo rostro ya no reconocía. 


De "La plenitud de la vida"
    

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