y tú la indiferente o la perversa;
mirémonos sin miedo y a los ojos:
nos conocemos bien. vamos a cuentas.
Bajo armadura andamos: si nos sobra
el alma, la cortamos; si no llena,
por mengua, la armadura, pues la henchimos:
con la armadura andamos siempre a cuestas.
Armadura feroz! Mas conservadla.
Si algún día destruirla pretendiérais,
del solo esfuerzo de arrojarla lejos
os quedaríais como yo, bien muertas.
Del poemario "Languidez"
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