24.6.11

Anna de Noailles. Misión

A mis ojos les dio la luz joven del día
y sentí que el placer era menos sagrado
que mi misión; sin pausa, evitando el descanso,
exalté el universo y el pérfido amor.

-Me habías escogido para que transmitiera
a ese vago infinito que te intriga, oh mundo,
y al que el hombre persigue en un constante acecho,
el secreto aclarado de las cosas y seres.

Cumplía esa misión que era noble y difícil:
el sueño, el dolor, la pasión, el esfuerzo,
el teñido horizonte, las gracias naturales
me invadían el alma y confiaban que en ella
nada perecería del vehemente tesoro...
fui el asilo seguro, la actividad del puerto,
el lazo palpitante que une tierra con nubes,
el negocio divino por el que todo sigue!

-Decidme, ya que os llevo, azur, llama, océano,
ya que voy a morirme, ¿qué le diré a la nada?

De "Las pasiones y las tumbas"

    

No hay comentarios: