y preguntando si puedo irme a la cama enseguida.
Y le molestaría llenarme la bolsa de agua caliente
gracias, es delicioso.
No, no necesitaré nada más-
la puerta extraña se cierra tras la extraña
y entonces me meto entre las sábanas
esperando que las sombras salgan de los rincones
y tejan una telaraña lenta, lenta,
sobre el empapelado más horrible de todos.
De "Té de camomila y otros poemas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario