Otros pies van y vienen por mi huerto,
otros dedos la tierra han removido;
un trovador que se posó en el olmo
va diciendo el lugar de mi retiro.
Jugando hay otros niños en el prado
y debajo, cansada, se ha dormido otra gente;
y todavía vuelve, pensativa,
la primavera y, puntual, la nieve.
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