30.4.12

Selma Lagerlöf. La muchacha sintió...

   "La muchacha sintió con desesperación cómo el letargo la paralizaba de tal modo que no podía lanzarse a socorrer al estudiante. Hizo varios movimientos infructuosos para moverse, uno tras otro, pero la poderosa mano de la muerte la atenazaba. ¡Pero por fin...! ¡Por fin notó cómo su corazón empezaba a latir, cómo la sangre volvía a correr por sus venas, cómo la rigidez del cuerpo se disipaba! Se levantó y corrió a su encuentro...!

De "La leyenda de una casa solariega"

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