4.8.12

Anne Sexton. Ese día


Este es el escritorio en el que me siento
y este es el escritorio donde te amo demasiado
y esta es la máquina de escribir ante mí
donde ayer sólo tu cuerpo estaba ante mí
con sus hombros recogidos como un coro griego,
con su lengua como un rey que se inventa las reglas por el camino,
con su lengua abierta como un gato bebiendo leche a lengüetazos,
con su lengua -los dos enrollados en su resbaliza vida-.
Eso fue ayer, ese día.

Ese fue el día de tu lengua,
tu lengua que vino de tus labios,
entreabiertos, medio animales, medio pájaros
atrapados en el portal de tu corazón.
Ese fue el día en que seguí las reglas del rey,
atravesando tus venas rojas y tus venas azules,
mis manos bajando por la columna, rápidas como bomberos,
manos entre piernas donde muestras tu sabiduría interior,
donde se entierran minas de diamantes y vienen a ser enterrados,
más rápido que alguna ciudad reconstruida.
Está terminado en cuestión de segundos, ese monumento.

La sangre corre subterránea pero da lugar a una torre.
Una multitud debería congregarse para tal edificación.
Por un milagro uno se pone a la cola y tira confetis.
Seguramente La Prensa está aquí buscando titulares.
Seguramente alguien debería portar una pancarta sobre la acera.
Si se construye un puente no corta el alcalde un lazo?
Si un fenómeno llega no deberían los Reyes Magos traer regalos?
Ayer fue el día en que traje regalos para tu regalo
y vine del valle para encontrarme contigo sobre la acera.
Eso fue ayer, ese día.

Ese fue el día de tu cara,
tu cara después del amor, cerca de la almohada, una nana.
Medio adormilado a mi lado dejando que el viejo balancin se detuviera,
nuestra respiración se volvió una, se volvió una infantil unida,
mientras mis dedos dibujaban pequeñas oes en tus ojos cerrados,
mientras mis dedos dibujaban pequeñas sonrisas en tu boca,
mientras escribía TE QUIERO sobre tu pecho y su tambor
y susurré"despierta!", y tú murmurabas en tu sueño,
"Sh. Estamos conduciendo hacia Cape Cod, vamos hacia el puente Bourne.
Estamos circundando el círculo Bourne." Bourne!
Entonces te conocía en tu sueño y rezaba al día
en que yo sería perforada y tú enraizarías en mí
y en que pudiera traerte tus niños, pudiera portarte
a ti o a tu fantasma en mi pequeño hogar.
Ayer no quise ser prestada
pero esta es la maquina de escribir que está ante mí
y el amor está donde está el ayer.


De "Poemas de amor"
   

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