Petit Palais du Vocabulaire
3.2.13
Katherine Mansfield. Por qué el amor es ciego
El niño cupido, cansado del día invernal,
sollozaba clamando cielos claros, abiertos,
hasta que ¡niño tonto! perdió los ojos de tanto llorar-
y las violetas nacieron.
De "Té de camomila y otros poemas"
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