Pero no quiero terminar este libro en un tono de elegía. Es cierto que echo de menos a Hammett y así es como debe ser. Era el hombre más interesante que he conocido en mi vida. Me río pensando en lo que decía, me divierte pensar en lo que podría decir e incluso después de tantos años sigo hablando con él, con frecuencia enfadada de que todavía se interponga en mi camino, de que siga dictando las normas.
Pero todavía no tengo edad suficiente para tenerle más apego al pasado que al presente, aunque hay noches en que siento una pasajera tristeza por los dolores innecesarios, las tonterías de mi propia creación que han sido, son y serán. Lamento haber pasado una parte demasiado grande de mi vida intentando encontrar lo que yo llamaba la "verdad", intentando descubrir lo que llamaba un "sentido". Nunca supe qué quería decir cuando hablaba de la verdad, nunca logré encontrar el sentido que anhelaba. Sólo quiero decir con esto que una parte demasiado grande de mí quedó inacabada porque perdí el tiempo en demasía. No obstante.
Pero todavía no tengo edad suficiente para tenerle más apego al pasado que al presente, aunque hay noches en que siento una pasajera tristeza por los dolores innecesarios, las tonterías de mi propia creación que han sido, son y serán. Lamento haber pasado una parte demasiado grande de mi vida intentando encontrar lo que yo llamaba la "verdad", intentando descubrir lo que llamaba un "sentido". Nunca supe qué quería decir cuando hablaba de la verdad, nunca logré encontrar el sentido que anhelaba. Sólo quiero decir con esto que una parte demasiado grande de mí quedó inacabada porque perdí el tiempo en demasía. No obstante.
De "Mujer inacabada"
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