Soy más vulnerable que la princesa a la que siete colchones no consiguieron disimular el guisante. El obstáculo que el amor no puede vencer no son las certezas, sino las dudas, las dudas terribles: un Vesubio en mi estómago, la duda aporta suficientes indicios para que yo misma descifre el acertijo, y el acertijo dice: estás perdida.
De "En Grand Central Station me senté y lloré"
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