18.9.13

Elizabeth Smart. En Grand Central Station me senté y lloré...

   Estoy en una esquina en Monterrey, de pie, esperando que llegue el autocar, con todos los músculos de mi voluntad reteniendo el terror de afrontar lo que más deseo en el mundo. La aprensión y la tarde de verano me resecan los labios, que humedezco cada diez minutos, a lo largo de las cinco horas de espera.
   
Principio de "En Grand Central Station me senté y lloré"

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