El hecho de tener ideas propias, por no hablar de ambiciones, o simplemente leer un libro de verdad, resultaba sospechoso, e incluso podía guardar relación con que tu hijo cogiera una neumonía. Y un comentario político en una fiesta de la oficina podía costarle el ascenso a tu marido. Daba igual sobre qué partido político. Era el hecho de que una mujer se fuera de la lengua
De "Llegar a Japón"
uno de los cuentos de "Mi vida querida"
1 comentario:
tengo dos libros de esta fantástica escritora en mi biblioteca, y aún no me decido a leerla. Sé que me estoy equivocando, que estoy perdiendo el tiempo. Pronto, pronto!
abrazo
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