8.6.15

Mary Cholmondeley. Ojalá la vida se asemejara más a las historias que leemos...

Ojalá la vida se asemejara más a las historias que leemos, a esas historias hermosas que, ya sean tristes o alegres, tienen siempre un desenlace pintoresco. El héroe se casa con la heroína tras vencer obstáculos insalvables que en la vida real jamás habría superado; o la heroína se arrastra hasta una sepultura de algún paraje romántico regado con nuestras lágrimas enardecidas. En cualquier caso, la historia se cierra con elegancia. Hay una conclusión que la adorna. Pero, por alguna razón inexplicable, la vida no se pliega con docilidad a las exigencias de las bibliotecas públicas, y con mucha frecuencia ni siquiera llega a captar el instante dramático para producir un cierre sobrecogedor.


De "La polilla y la herrumbre"

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