5.7.15

Erica Jong. Al filo del cuerpo

Se dice
que al filo del cuerpo hay
un halo incandescente:
amarillo, rojo, azul
o blanco puro,
que extrae su color
del estado
anímico.

Los cínicos se mofan,
los científicos hacen gráficos
para refutarlo,
los editorialistas,
periodistas e incluso
ciertos poetas
aseguran que es sólo un espejismo,
refinamiento inventado,
embustes espirituales,
una trampa.

Pero en sueños
lo vemos,
y a veces hasta despiertos...
Si el espíritu es una novia
a punto de casarse con Dios,
éste es su velo.

Lo creo yo?
Entorno los ojos
y miro el perímetro
del cuerpo de mi amante,
en busca de algún indicio
de que su alma
esté a punto de incendiar
el cielo?

Lo veo casi
sin bizquear.
Una furiosa aura roja
que se vuelve blanca,
del color de la paz.

Contemplo el lugar
en que se confunde con el aire
y las llamas de su piel
hacen juego
con las llamas del cielo,
probando así
la existencia
de ambos.




De "Al filo del cuerpo"

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