La niña estaba fuera, en las escaleras del porche, a oscuras, abrazándose para protegerse del frío, casi dormida tras haberse quedado sin lágrimas. Ya no podía desgañitarse más y ellos tampoco la oían, o a lo mejor sí, pero eso sólo empeoraría las cosas. Alguien había gritado: Haced callar a ese bicho o lo callaré yo!, y entonces una mujer la había sacado de debajo de la mesa tirándole del brazo, la había empujado hasta el porche y había cerrado la puerta; los gatos corrieron a refugiarse debajo de la casa.
Principio de "Lila"
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