La rosa entre sus pétalos
aún guarda
lágrimas de la lluvia que
la desprendió del tallo.
En cada gota
el brillo de una mancha de
luz roja, más oscura
que la rosa, Azul pizarra,
dos martines con cola de fénix se persiguen
uno al otro, idos
en su vana ilusión, mientras circundan
ese jarrón de arcilla, oscurecido
por el agua que alberga. Un silencio
va envolviendo los hechos. Un lenguaje
aún por pronunciar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario