5.5.16

Marcella Olschki. Oh, América


En Nueva York y en 1946, pero cómo y por qué había ido a caer allí? Había dejado Italia y mi familia cuando la sombra tenebrosa de la guerra apenas había empezado a disiparse, pero todavía quedaban las ruinas, los ferrocarriles devastados y las esperas de quien seguía confiando en el regreso de un hijo o de un marido. Todo estaba por reconstruir y habría deseado de todo corazón formar parte del nacimiento de aquel mundo nuevo que habíamos soñado, que había costado tantos sacrificios y un mar de sangre.
Pero no podía: era una esposa de guerra. Me había enamorado de un joven comandante americano, un joven inteligente y simpático con el cual me entendía a la perfección


De "Oh, América"

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