16.1.17

Susan Sontag. 6/8/64

Decir un sentimiento, una impresión, es reducirlos - expulsarlos.
Pero a veces los sentimientos son demasiado intensos: pasiones, obsesiones. Como el amor romántico. O la pena. Entonces es preciso hablar, o estallaríamos.


En "La conciencia uncida a la carne.
Diarios de madurez, 1964-1980"
   

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