En el óvalo de cristal, detrás de su cara, que le parece rígida y un poco abotargada, puede ver la sombra de su rostro tal como será dentro de veinte años. Hace veinte años tenía diecinueve. En otros veinte tendrá cincuenta y nueve.
Hoy es su cumpleaños. (...) Desde ayer la Tierra ha girado una vez desde su eje, y ahora tiene treinta y nueve años. (...) Antes de este cumpleaños, nunca le había preocupado su edad.
De "Nada se acaba"
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