26.2.18

Alice B. Toklas. Sobre una fiesta en California

Desde Dallas volamos hacia el oeste, camino de California. En aquella época el avión aterrizaba en Arizona; después despegamos de nuevo y volamos peligrosamente entre dos montañas, descendiendo de repente en Los Ángeles. Allí nos esperaba una carta de la amiga de Carl van Vechten, al que habíamos conocido en Nueva York. Me preguntó si Gertrude Stein desearía cenar con ella y conocer a algunos de sus amigos, Charlie Chaplin entre otros.
-Estoy segura de que le gustará -dije- pero no invites a demasiada gente.
-Ocho? -preguntó.
-Perfecto -contesté.
-Hay alguien a quien ella quiera conocer que viva aquí?
-Sí -respondí -tiene muchas ganas de conocer a Dashiel Hammett.
-No le conozco -dijo- pero haré lo posible para que venga.
La noche de la cena nos pidió que fuéramos a las ocho y cuarto. Me dijo que el editor de Dashiel Hammett por principio no daba su dirección, sin embargo, a través del director de cine de su novela, había podido averiguar dónde vivía. Le había escrito diciéndole: "Gertrude Stein vendrá a cenar a mi casa mañana por la noche le gustaría conocerla?". Él contestó: "Si usted permite que traiga a la anfitriona que me esperaba esa noche. Lillian Hellman". Ante esto nuestra anfitriona respondió diciendo que le parecía muy bien. Cuando llegamos, apareció Dashiell Hammett y le dijo a Gertrude Stein.
-Es el uno de abril y cuando recibí la invitación me dije "es una broma".
-Pues bien -dijo Gertrude Stein- puede ver que no lo es.
Cuando el señor Chaplin llegó le dije:
-Las únicas películas que hemos visto son las suyas.
Esto le encantó pero no era del todo exacto.


De "Recuerdos"
    

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