18.3.18

Amélie Nothomb. Llevar a alguien a mi casa...


Llevar a alguien a mi casa siempre ha constituido una prueba terrible para mí. Por definición, y por motivos que no alcanzo a comprender, mi casa no es un lugar frecuentable.
Desde que me independicé, un lugar habitado por mí se parece, de entrada, a un trastero ocupado por refugiados políticos dispuestos a salir por piernas a la mínima redada policial.





De "Ni de Eva ni de Adán"
    

No hay comentarios: