Sabía que ella estaba bajo
la turbia superficie en lo profundo
del verde cieno vivo
En el reino vegetal En el espeso
líquido del sueño dormía A la espera
Me dejé hundir en la profundidad
A la mano acudió el huevo sin cáscara
La yema en su fina membrana descansaba
En la cuna del cuenco de la mano
Se respiraba cálida de vuelta
A casa para nacer
De "Arena"
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