10.10.21

Marie Luise Kaschnitz. Noviembre caluroso

Quien, nada más entrar, siente miedo ante las masas de artículos, ante las cálidas vaharadas tristes de los grandes almacenes, se queda en su barrio y busca hacia la noche, siempre hacia la noche, las tiendas condenadas a desaparecer. Allí se le conoce, se le saluda por su nombre. Las mujeres de los dueños de las tiendas están en el hospital, o los dueños mismos están en el hospital y la mujer informa, sí, le va mejor, sí, pronto vuelve a casa. Hojas en los árboles, hojas en el pavimento, niebla azul y, por encima de las casas de cuatro pisos (y, por tanto, bajas), sobresalen los palacios fantasmales de cien ojos de las aseguradoras.


De "Aún no está decidido"
        

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