Con los ojos absolutamente abiertos,
cae un golpe de sol sobre la cesta de frutas.
La primavera no es predecible.
Deja,
yo haré la lista y enviaré las cartas.
Y si no puedes dormir,
habrá tiempo para encerar la mesa del comedor.
Falta jabón para lavar,
las naranjas están podridas,
la bañera llena de pelos y grumos.
Nadie,
que yo conozca,
ha deliberado sobre su desaparición.
De "Valiente ciudadano"
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