Así que pon una vela a los muertos.
Y pon una vela a los milagros, por improbables que sean, y ruega para poder reconocer el tuyo.
Y pon una vela a los vivos; al mundo de la amistad y de la familia que tanto significa.
Y pon una vela al futuro, que puede ocurrir y no ser engullido por la oscuridad.
Y pon una vela al amor.
Al amor afortunado.
De "Felicitación navideña de la autora"
En "Días de Navidad"
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