-Sí, algunas veces la mujer siente un curioso deseo de tener un hijo, especialmente cuando se acerca a los treinta o los sobrepasa. Es distinto al amor a una persona en concreto. Pero es algo que hay que superar. Para una mujer, el matrimonio es mucho más serio que para un hombre. Puede pasarse la vida sin encontrar al hombre al que sea capaz de querer y, si lo encuentra, quizá no sea conveniente o posible.
De "La mujer del sacerdote budista"
De "Cuando se abrió la puerta"
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