Ay, cómo
se apresura el tiempo,
agregando
sin demora
año tras año
a su cadena.
Ay, qué pronto
encanece y ralea
el pelo.
Pero al dividirse
de súbito
el tiempo
en día y noche,
cuando entonces el corazón
se nos demora,
no juega
con el tiempo
al juego de la eternidad?
De "Poemas"
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