15.5.19

Silvia Castro Méndez. Límites

Siempre apostó por la deriva.

Yo me aferré al timón, 
al decir del compás,
a la torre de alerta.

Pero hasta la vigilia tiene puertas cerradas
e incluso un buen marino
se derrumba ante el sueño.

Luego fue la inclemencia 
y el ataque furioso de las orcas.

Hoy agrupo residuos que saturan la playa,
las algas de la quietud,
los sargazos del tiempo.

Material sin calibre para hacer una pira.


De "La náufraga"
    

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